So, el Eighth step, it’s like standing en el medio de un campo de flores, recognizing the people que he lastimado, las heridas que he causado, y estando dispuesta a hacer las paces.
For me, it was like caminar por los senderos del bosque, pensando en todas las personas a las que había hecho daño, todas las veces que había sido egoísta o insensible. Tuve que estar dispuesta a enfrentar eso, a reconocerlo y a hacer lo correcto.
But let me tell you, chico, it wasn’t easy. Fue como enfrentar un vendaval de emociones, con el viento soplando fuerte en mi cara. Pero fue necesario, porque sabía que no podía seguir adelante sin hacer las paces con mi pasado.
And you know what? Once I did it, una vez que reconocí mis errores y me disculpé, fue como si se me quitara un peso de encima. Fue como si por fin pudiera empezar a sanar las heridas del pasado y abrirme a la posibilidad de un futuro mejor.
So yeah, that’s how I worked my Eighth step, chico. Fue sobre reconocer mis errores, hacer las paces y seguir adelante con humildad y gratitud. Y deja me decirte, fue el primer paso hacia la verdadera libertad, hacia un nuevo comienzo.
Maria is a resilient young mother living in Santa Fe, Northern New Mexico, who has faced numerous challenges in her life. Despite dropping out of high school after becoming pregnant, she is determined to create a better future for herself and her two children.
Working as a housekeeper at a local hotel, Maria has struggled with drug addiction but has recently found strength in her journey to sobriety, motivated by a desire to provide a safe and loving environment for her family. With her fiery spirit, fierce love for her children, and unwavering determination, Maria embodies the resilience and strength of the Northern New Mexico community as she navigates the ups and downs of life with courage and grace.